Canibalismo amoroso
Así es amigos. Una nota procedente de París la capital mundial del amor, hace saber que un estudiante japonés había asesinado a su compañera de estudios, una agraciada gringuita de nacionalidad holandesa, porque él estaba locamente enamorado y ella no le correspondía no obstante ser bastante amigos, que salían a pasear juntos y se visitaban mutuamente. El joven homicida japonés cuando fue descubierto por la policía, declaró contextualmente “No obstante ser tan amigos y darse cuenta que yo estaba perdidamente enamorado de ella, nunca me aceptó tener relaciones íntimas, hasta que un día decidí invitarla a mi habitación y le di muerte de un balazo en la cabeza, como tenía intenciones de comérmela cuando viva, corté unos pedazos de su cuerpo y lo guardé en la refrigeradora y el resto lo llevé en 2 maletas a un bosque cercano y lo arrojé. Luego preparé unos bocaditos con la carne de la mujer que no quiso aceptarme en vida y me lo comí, todavía tengo algo en la refrigeradora”. Estas son las declaraciones textuales de caníbal Japonés. Sinceramente mis amigos esta noticia hará temblar de espanto e indignación a las personas sensatas, porque vengarse de esa manera cumpliendo con su plan de venganza de comérsela viva o muerta, es algo que supera la realidad. Como quiera que esta es una noticia que ha dado la vuelta al mundo, cuántas buenamosas terrícolas estarán planeando, linchar al japonés caníbal y no es para menos, porque la “hazaña” del “japuco“ no tiene nombre. Como siempre, cada vez que hay noticias de este tipo mi collera se reúne en alto nivel con bajo sueldo. Uno de los integrantes arrancó y dijo. Para que un acto de canibalismo no ocurra por nuestros lares, vamos a pedir apoyo al periodismo, vamos a pedí: que el editorialista del diario CHASKI haga un comentario bien sustancioso, incidiendo en datos estadísticos, que en el Perú por cada 7 varones hay 10 mujeres buenamozas disponibles. Si una vela se apaga, otra queda encendida; si otra vela se apaga, otra más queda encendida, y así sucesivamente hasta apagar 10 velitas. Estoy seguro que de tantas velas alguna tiene que hacer el milagro. Conclusión, que a ningún apurimeño, abanquino ni residente se le ocurra comerse a la buenamoza ya sea en churrasco, apañado, parrillada, albóndiga o simplemente en sándwich. Una chica bien criolla de mi collera terció la conversación y dijo: ¿Para qué se hacen tanto problema? ... con esta experiencia, las chicas nos ponemos de acuerdo para hablar claro con los pretendientes: Mira sambito color de la miseria, el hecho que no seas correspondido no quiere decir que te mueras o que me compres pasaje al reino de San Pedro, o que te amanezcas en la puerta de calle haciéndote lamer con el perro, debes ser más hombre, hablar claro y sin miedo y verás que el asunto se resuelve. Otra chica guapachona de mi collera intervino enérgicamente. Alto ahí Pupi, con esas declaraciones estás dando lugar a que cualquier hijo del vecino te cuadre en la calle y te diga: la vida o…a la muerte.
