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Estudiante de EIB desarrolla estrategia que permite preservar el quechua desde el colegio
Publicación: viernes, 09 de septiembre de 2022

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Estudiante de EIB desarrolla estrategia que permite preservar el quechua desde el colegio

Estudiante de EIB desarrolla estrategia que permite preservar el quechua desde el colegio

Cuando era niña, Lizbeth Garay Terrazas (24), quechuahablante de nacimiento, tuvo muchas dificultades para entender el castellano a causa de la poca paciencia con la que enseñaba su profesora. “No tenía ni ganas de ir al colegio. No entendía, no aprendía”, recuerda la joven, natural del distrito de Soraya, provincia de Aymaraes, Apurímac. Esta experiencia marcó la vida de la pequeña Lizbeth, quien se propuso convertirse en una educadora tolerante que enseñe a los niños quechuahablantes, con mucho respeto, la importancia de aprender castellano, pero también de seguir valorando su lengua materna para que esta no se extinga. Cuando culminó su secundaria, Lizbeth ya tenía una meta trazada: estudiar Educación Intercultural Bilingüe, Nivel Primaria, y lo logró tras ingresar a la Escuela de Educación Superior Pedagógico La Salle de Abancay (Apurímac) y ganar con ello la beca integral de educación superior Beca 18 del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación. Hace un par de años, cuando cursaba el sexto ciclo de su carrera, el talento descubrió que la experiencia que ella vivió de pequeña en su colegio aún se repetía en otros centros educativos. “Como parte de un trabajo grupal viajé a un colegio de Challhuahuacho (un distrito de Cotabambas en Apurímac), donde vi que los niños quechuahablantes sufrían mucho para aprender el castellano y se perdían en las clases porque la mayoría de cursos eran dictados en ese idioma”, cuenta el talento. Le permitieron realizar durante dos meses prácticas en esa institución, experiencia que la ayudó a afianzar su vocación de enseñanza. Después de ese tiempo, la joven debió regresar a la provincia de Abancay, pero no quiso dejar de contribuir con los más pequeños y encontró una escuela rural en el centro poblado de Maucacalle. Allí inició la enseñanza de una educación intercultural y buscó estrategias, como juegos, para que ellos aprendan más rápido y de manera divertida.

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    Chaski
    EDITOR