Las botas de 7 lenguas son ya una realidad
Así es amigos. Previo al presente comentario tengo que remontarme a muchas décadas y lustros atrás, muchos almanaques tal vez amarillentos por el correr del tiempo y el espacio, cuando todavía en mi escuelita 661, Ex Prevocacional después, hoy MAJESA, en momentos del recreo leíamos los cuentos de Caperucita, la Cenicienta, los Músicos de la Aldea, las Botas de 7 Leguas, etc. En esa época de oro, para mí, hablo de hace 60 años atrás, cuando no se conocía ni siquiera la palabra drogadicción, ni había fiestas chichas donde los niños toman sus agüitas hasta hacer tumbos fumando cositas que hacen volar el pensamiento. En esos tiempos, cuando leíamos las botas de 7 leguas lo considerábamos un cuento de ciencia ficción, pues jamás imaginábamos que podía ser realidad en lo que fue del siglo XX Cuan equivocados estábamos, pues en estos momentos, ya existen físicamente las botas de 7 leguas, gracias a la tecnología soviética que ha inventado unas botas que permiten a quienes la usan desplazarse con pasos de 3 metros de largo, pudiendo recorrer de esta manera 25 Km., en una hora. Para tener una idea de lo que sirven esas botas de 7 leguas citaremos un ejemplo práctico, para realizar un viaje de Abancay a Cusco y cubrir la distancia promedio de 175 Km bastarán 7 horas de viaje, casi - casi igual con el tiempo que emplea un camión pesado con carga completa, o casi la mistad del tiempo que emplea un ómnibus de pasajeros que lleva en intermedios y hasta en la rodilla del chofer. Ahora veamos con una propaganda adecuada, para promocionar el novedoso invento de las botas de 7 leguas, calculo que la demanda sería fabulosa faltaría solamente saber dónde se puede adquirir, a quién debe dirigirse en Rusia para hacer los pedidos respectivos y girar el importe en rublos o dólares. En el supuesto que sepamos la for ma de comercialización del famoso invento, veamos quiénes serían los más interesados en adquirirlas, es decir quiénes serían los primeros usuarios. Entrando a tallar tan solamente en el nivel de la suposición, considero que los primeros usuarios serían los siguientes: PRIMERO. Los enamorados despechados que pidieron la mano de la buenamoza, que en vez de recibir la mano recibieron un chuzazo en el mero - mero, porque los suegros los mandaron olímpicamente al desvío al enterarse que el pretendiente era un don nadie, un desocupado sin oficio ni beneficio. ¿Oiga jovencito y con qué piensa casarse? Con mi temo azul mi querido futuro papá. Fuera de aquí zaparrastroso, mi hija no puede ser festín de un malandrín de tu cuenta, vagoneta, candidato a becario, tu terno azul no va a resolver la obligación de mantener el hogar. Resulta a veces cuando el amor es ciego en que la pretendida aun sabiendo que es un vagonete lo quiere con toda su alma y desobedeciendo decisión de sus padres, decide ponerse a disposición de Romeo, quien para no perderse el bocato di cardinal, filma la película de amor y suspenso titulada «EL RAPTO DE LA SABINA» utilizando las botas de 7 leguas rumbo a la selva de Karkatera camino al río Apurímac, donde nadie pueda ir a molestarlos ni siquiera los suegros ni los cuñados. SEGUNDO. En este grupo estarían los «choros» que actúan con la modalidad del escape, apenas arrancan la oreja de una dama, perdón, el arete de una dama, agarran viaje con sus botas de 7 leguas y se ríen de los patrulleros, del EBRO y su comitiva. TERCERO. En este grupo de usuarios estarían los desadaptados sociales para escapar de las fuerzas del orden después de haber saludado a la población con una salva de 21 camaretazos. CUARTO. En este grupo estarían los custodios del orden para perseguir a quienes despiertan a la población con salvas y camaretazos. Me atrevo a pensar que habiendo tremendas perspectivas de comercialización, es muy posible que en un plazo breve tengamos botas de 7 leguas en el mercado de Abancay, tomando en consideración que somos un pueblo bastante frívolo, que, cuando se trata de novedades podemos prendar hasta la camisa y el pantalón, y tratándose de botas de 7 leguas en buena hora, para no darle gusto a las empresas de transportes de pasajeros a Cusco, Andahuaylas y Lima, que suben los pasajes cuando les viene en gana, porque tirando viaje con las botas de 7 lenguas en línea recta, llegaríamos casi casi igual que los omnibuses.
