Los perjudiciales o dañosos
Así es amigos. Como cuestión previa expreso mi agradecimiento a los lectores del diario CHASKI y en especial de “LA NOTICIA COMENTADA”, que me hacen llegar sugerencias para comentar sobre tal o cual estampa y brindarles amenidad. En realidad, esta clase de aliento compromete a este pecho, porque es algo muy especial sentirse halagado, sentirse leído, sentirse esperado. Dicho esto, paso de lleno a comentar el tema de “LOS PERJUDICIALES”. El diccionario de la lengua cristiana enseña, que perjudicial se dice a quien hace daño moral o material, en pequeña, regular o gran medida, de ahí que se considera dañino a quien anda haciendo daño. ¿Cuántas formas de hacer daño habrá en nuestra vida diaria? Sobre este particular analicemos la realidad de los que hacen daño ó causan daños. Al respecto, los hay animales, aves e insectos dañinos que malogran cultivos y sementeras, caso del ganado y caballar que entra en chacras ajenas a comer gratis los cultivos que ya están en maduración, hay otra plaga bíblica que es la plaga de langostas, los hay pagaros que hacen daño a los frutales y a los cereales en proceso de maduración, las hay personas que no pueden vivir sin hacer daño al prójimo, ya sea por envidia, por animadversión gratuita o por actitud de revancha al no haber conseguido saciar sus apetitos netamente personales. Los hay quienes pinchan los neumáticos de vehículos ajenos, los hay quienes pintarrajean las fachadas de los inmuebles, los hay quienes llevan chismes a la contraparte y a las amistades, para provocar enfrentamientos, etc. Fulanito es un tal, un cual, una sangre de pato, pero ahorita lo bajo de su sillón, porque yo tengo vara en Lima. En la vida real, el fulano al que hacen mención es una persona honesta, es una persona bastante respetada por sus conciudadanos, es una persona de bien que pone el hombro por su comunidad; sin embargo, para los dañinos y dañinas, fulano es la escoria del mundo, es lo peor de lo peor, que no tiene nada de positivo en esta vida. Cosas que pasan mis amigos. Hablando de daños, más graves son los daños morales que los materiales, estos últimos se pueden reparar, menos los daños morales que solo Dios omnipotente puede perdonar. Yo conozco a la fulana, ufff... la samba esta, se ha paseado medio mundo uffff.... esta es una chola uff.... esta es.... Bueno, los adjetivos que usan los dañinos y dañinas son largos y rojizos que no se pueden repetir por respeto a los lectores. Un miembro de mi collera contaba un pasaje sucedido alguna vez en algún lugar. Dizque... un fulano había llegado a cierta ciudad a hacer daño, pero no en el sentido estricto de hacer daño, sino, a enamorar contrapartes ajenas que ya tenían compromiso. En aquella vez un vecino de la ciudad había dicho. - Ya llegó el perjudicial, pero le daremos su merecido. La realidad física era que la buenamosa ya tenía un titular para jurar amor eterno ante Dios y el Registro Civil y aprovechando la ausencia momentánea de quien había dejado agua caliente, se dio un baño temperado en pareja con el dañino en un yacusi. Cosas de la vida mis amigos, cosas que pasan en este mundo cruel, en este valle de lágrimas, donde a «camarón dormido se lo lleva la corriente», donde personas honestas son vilipendiadas por mentes enfermas, por dañinos y dañinas que buscan su acomodo personal, donde... bueno, todo pasa y todo sucede.
